Muy a menudo no sabemos como unir tuberías de pvc y acero, ya que al estar haciendo una reparación o adecuación en nuestro hogar o industria, nos encontramos con tuberías de acero galvanizado o inoxidable a las cuales les uniremos tuberías plásticas de pvc o cpvc ya que frente al acero, las tuberías termoplásticas tiene un grán número de beneficios, y usando el adaptador con rosca apropiado, estas tuberías se puede conectar entre si de una forma rápida y sencilla .
Limpia restos de óxido, corrosión u otros residuos de las roscas de la tubería de acero inoxidable con un cepillo de cerdas de acero y una pequeña cantidad de agua y luego sécalas con una toalla limpia.
Cubre las roscas de acero con una gruesa capa de sellador líquido de teflón. El sellador proporciona una unión estrecha y permanente entre las roscas de la tubería y el adaptador.
Localiza el extremo roscado del adaptador. Coloca este extremo sobre el extremo de la rosca de la tubería de acero, y comienza a girar el adaptador en el sentido de las agujas del reloj. Continúa roscando el adaptador en el tubo hasta que no se pueda girar más a mano.
Aprieta el adaptador con pinzas de plomería. Evita apretar demasiado, ya que esto puede hacer que los hilos se estropeen o que el adaptador se rompa. Limpia el sellador de teflón que podría haberse filtrado hacia fuera, debajo el adaptador.
Aplica una cantidad generosa de cemento para PVC al final del tubo. Comprueba que la tubería esté completamente libre de suciedad, polvo u otros residuos antes de cementar.
Inserta el extremo cementado de la tubería al otro lado del adaptador. Empuja el tubo lo máximo posible para asegurar un ajuste apretado.
Sostén el tubo firmemente en su lugar durante dos o tres minutos. Deja que el cemento se seque durante el tiempo indicado en el envase del cemento antes de encender el suministro de agua o de hacer funcionar el aparato que está conectado a la tubería. Te proporcionamos la Guía de Cementado con Tabla de tiempos y temperaturas.
La normativa mexicana aplicable a la construcción en
general es muy amplia; no obstante, la que se relaciona con la vivienda
está plasmada en el Código de Edificación de Vivienda (CEV), que se
elaboró mediante iniciativa de la Comisión Nacional de
Vivienda (CONAVI), con base en el artículo 72 de la Ley de Vivienda, refiriéndose al CEV como un “modelo normativo”.
Este código –ya en su tercera versión publicada en 2017– incluye en la parte octava (capítulos 42 al 47) las disposiciones técnicas normativas relacionadas con las instalaciones hidráulicas y sanitarias. En este Código se incluyen, además, las Normas Oficiales Mexicanas (NOM) y las Normas Mexicanas (NMX). Es
importante destacar que la Ley Federal sobre Metrología y Normalización
(LFMyN) establece que las NOM son de observancia obligatoria, mientras
que las NMX son voluntarias, según la elabore un organismo nacional de
normalización o la Secretaría de Economía, además de que son aplicables a
producto, proceso, instalación o sistema. Pese a lo establecido en la
LFMyN, si una NMX llega a ser referenciada en algún código o reglamento,
su estatuto pasa a ser de observancia obligatoria.
Hablando específicamente de las normas relacionadas con las instalaciones hidráulicas y sanitarias, las NOM son desarrolladas principalmente por la Comisión Nacional del Agua (Conagua), la Secretaría de Salud y la Secretaría de Economía. Algunas de ellas están relacionadas con la infraestructura hidráulica, la calidad del agua, el uso y su consumo(ver Tabla).
Medidas para brindar instalaciones hidrosanitarias de calidad
Las
NMX, por su parte, se desarrollan con el fin de atender a las
necesidades de la industria, de manera que cuenten con una certificación
en donde se indiquen sus características y se asegure su
calidad, objetivo primario de contar con una norma, si bien lateralmente
también contribuye a generar un mercado competitivo.
Por
otro lado, si tomamos en consideración las exigencias de la
construcción sustentable, el desarrollo y la innovación tecnológica de
los últimos años y las tendencias, las normas existentes en México son insuficientes para el caso de estas instalaciones.
Lo que en ocasiones no se comprende, y que se aprecia en el sector, son
los objetivos de las normas. La evaluación de la conformidad, la
certificación o verificación y, en su caso, los resultados de un
laboratorio acreditado sirven para el cumplimiento y aplicación de las
normas.
Así que no se debe forzar su cumplimiento a petición de una autoridad o para la posible recepción de incentivos. La industria debe reconocer que estos procesos garantizan que el producto cuenta con estándares de calidad
mínimos, rasgo que los hace competitivos frente a las diferentes
marcas. Desde luego hay muchos puntos que todavía faltan por normalizar,
que aportan a identificar una construcción sustentable de parámetros
nacionales; es decir, criterios técnicos que ya se consideran para la
edificación sustentable extranjera. En las prácticas globales, las
nuevas normas han servido para contar con indicadores de desempeño de la
eficiencia en el uso del recurso acuífero, su manejo, calidad y
tratamiento, así como conceptos de energía, medio ambiente y residuos
sólidos.
En el caso de las normas para vivienda destaca la NMX-AA-176-SCFI- 2015 Instalaciones
hidrosanitarias para la edificación de vivienda-especificaciones y
métodos de ensayo, que fue coordinada y desarrollada por la Conagua, y
que se diseñó específicamente para la vivienda, aunque todavía no se ha
considerado su cumplimiento obligatorio (ver Tabla).
En México, en el sector vivienda ha habido muchas iniciativas, como la Política Nacional de Vivienda, así como el caso de “Hipoteca Verde” de Infonavit,
además de los subsidios de la Comisión Nacional de Vivienda. Esto
contribuyó a avanzar no solamente en la normalización, sino en el
reconocimiento de las certificaciones de los productos para garantizar
que desde esa instancia las viviendas tengan un mejor desempeño.
En
este sentido, los Organismos Nacionales de Vivienda (Onavis) y la
Conavi trabajan estrechamente con los desarrolladores para
generar conocimiento y conciencia sobre el beneficio y lo que
representa el cumplimiento de la normatividad. Esta parte es esencial en
los requisitos obligatorios de los programas generados dentro de la
Política de Vivienda.
Por
lo anterior, es necesario seguir promoviendo el conocimiento normativo y
el involucramiento general de la industria de la construcción en los
grupos de trabajo para el desarrollo de normas, así como la
responsabilidad ante la regulación de la construcción, llámese Código o
Reglamento de Construcción. El diseñador, constructor,
productor, comercializador, los propietarios y los gobiernos locales,
así como los futuros profesionales, deben involucrarse más y conocer
mejor la regulación, pues ésta es la base de una vivienda de calidad.
Un modo de comenzar este cambio es promover la modernización administrativa
de los gobiernos locales, pues son actores clave para el desarrollo
tecnológico y normativo de las construcciones. Por otro lado, la
industria de la vivienda debe capacitarse en el conocimiento de las
regulaciones y comprometerse a elevar la calidad de sus productos y
servicios, además de continuar participando activamente en el
desarrollo de normas y códigos.
Para
incentivar el cumplimiento de la normatividad -no solamente relacionado
con las instalaciones hidráulicas y sanitarias, ya que todas
ellas forman parte de la construcción de vivienda- es necesario continuar difundiendo y promoviendo el conocimiento de los objetivos y beneficios del desarrollo normativo, su
cumplimiento y aplicación, desde las diferentes representaciones de la
construcción. Asimismo, es importante generar programas académicos para
los futuros profesionales, y diseñar programas específicos de
certificación de las construcciones, con los que se podrían otorgar
incentivos fiscales por su obtención, pues la industria de la
construcción es uno de los grandes aliados en el desarrollo
Fuente del artículo. Revista Especificar
Escrito por. Evangelina Hirata Nagasako es arquitecta por la Universidad Nacional Autónoma de México, con estudios de Posgrado en Diseño Urbano en Japón, España y México; y especialidad en Valuación Inmobiliaria. Actualmente, es directora General del Organismo Nacional de Normalización y Certificación de la Construcción y Edificación, S.C. (ONNCCE); y miembro fundador de Calidad y Sustentabilidad en la Edificación, A.C. (CASEDI)..
En varias ocasiones hemos encontrado artículos acerca de cómo realizar un consumo responsable del agua en el hogar. Hoy también vamos a centrarnos en un consumo medio-ambientalmente adecuado pero cambiando de contexto: nos preguntamos cómo ahorrar agua nuestro lugar de trabajo.
En determinados sectores de actividad como es el caso del sector de la alimentación, del sector químico, de las empresas de construcción… el agua es una parte importante del presupuesto de gastos mensual. En este sentido es tan imprescindible asegurarnos tanto de que la calidad del agua es la adecuada como de que realizamos un consumo responsable del agua.
Las medidas que se pueden tomar para ahorrar agua son variadas y solo tendrán un efecto positivo sobre los costos, sin sacrificar en absoluto la calidad del agua. A la vez, esto tiene también un impacto positivo sobre la imagen de la marca, siendo este un comportamiento responsable con el medio ambiente y el entorno, algo que sin duda será valorado positivamente por los clientes y sociedad en general.
Estudio inicial e implicación del personal
Cómo ahorrar agua en la empresa, empieza por realizar un estudio que determine cuánta agua se consume y para qué es utilizada, así como cuándo se utiliza -puede haber momentos de mayor consumo- quién la utiliza y de qué modo además de en qué zonas de la empresa se realiza este consumo.
En el ámbito industrial y empresarial, los lugares donde el consumo de agua suele ser mayor son los baños, cocinas lavanderías, instalaciones industriales… (maquinaria, sistemas de refrigeración y calefacción, limpieza de aparatos, etc…).
Tras la
realización de este estudio, el contador del agua será la prueba
numérica del consumo y servirá de base para calcular el promedio de
consumo por empleado, actividad o zona de la empresa.
Este estudio debe además servir para detectar posibles problemas en la instalación, como filtraciones o fugas así como usos indebidos observados por parte del personal (llaves abiertas, consumo excesivo de agua en alguna parte del proceso, etc…).
El ahorro de agua en la empresa requiere de la contribución del personal, por lo que es importante comunicarles en qué va a consistir el estudio y el plan y por qué es importante, solicitando su compromiso para una puesta en práctica correcta.
Los cambios de hábitos suelen implicar incomodidades,
por lo que es importante ofrecerles información actualizada sobre el
proceso y darles un tiempo de adaptación, además de facilitar las
herramientas y técnicas necesarias para los nuevos objetivos de consumo
de agua. Por otro lado, no hay que olvidar hacerpartícipe del éxito a los empleados cuya colaboración es esencial para unos resultados satisfactorios.
10 Recomendaciones para el ahorro del agua en nuestra empresa o industria
Reducción del uso de sustancias químicas que permitan reutilizar el agua.
Conocer el tipo de aguas residuales para que sea posible su reutilización a través de procesos de tratamiento de aguas y tratamiento de aguas residuales.
Uso eficiente de la maquinaria, como lavavajillas, lavadoras, etc… poniéndose en marcha en su máxima capacidad y en el programa más adecuado para cada carga.
Potenciar los sistemas de limpieza en seco, como barrer o aspirar.
Ajustar la presión del agua para ofrecer los niveles de presión necesarios para una utilización eficiente sin sobrepasar el consumo con una presión demasiado alta.
Reparar cualquier fuga, filtración o evaporación.
Optar por aguas no potables para el uso industrial.
Contar con sensores de control por infarrojos en las llaves y cisternas que eviten pérdidas por descuidos.
Optimizar el uso de aparatos de refrigeración y calefacción.
Utilizar sistemas de riego automático.
Control y seguimiento
El último paso para una política de ahorro de agua eficiente es el control y seguimiento, implementando un sistema de medición que garantice el cumplimiento de las medidas establecidas y evaluando su resultado.
Muchas veces puede ser posible llevar a cabo este plan de forma interna desde la empresa. En otros casos, contar con ayuda externa y con una fuente imparcial puede garantizar una solución más objetiva para el ahorro eficiente en el consumo, lo que además ofrecerá la ventajas que implica contar con el asesoramiento técnico de un profesional con un amplio conocimiento sobre las herramientas y técnicas más adecuadas.